
La inflación que se ha presentado paulatinamente a nivel nacional, ha influido de manera directa en los costos de insumos y por consiguiente de vivienda. Entre septiembre de 2020 y el mismo mes del año pasado, la tasa de interés del Banco de la República estuvo en 1,75%, su nivel más bajo desde 1995 según los registros del Emisor.
Otro dato importante, de acuerdo con el DANE, es el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el cual reportó a junio de este año, un 9,67% y para diciembre de 2022 se espera que el indicador cierre en 8,6%, lejos de la meta que es del 3%.
Cabe destacar que se estima, con base en la inflación, que las próximas decisiones del Banco de la República seguirán orientadas a contener ese incremento, por medio de su tasa de intervención a niveles de 9% o más.
Asimismo, el efecto del incremento en las tasas de interés sería una realidad. Según Bancolombia, esto se verá reflejado en valores de nuevos créditos y la tasa será la vigente al momento del desembolso para la compra de vivienda. Los créditos ya desembolsados no tendrán ninguna afectación a su tasa. No obstante, a futuro se podría presentar un problema en el acceso a vivienda
De acuerdo con Sandra Rodríguez, gerente de vivienda de la cooperativa Confiar, el aumento en las tasas de interés y el alto costo de los materiales de construcción desencadenarían un aumento en el valor de las viviendas y los subsidios perderían validez con respecto a la capacidad de endeudamiento de los hogares colombianos.
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