Tatiana Guerrero Gómez / Redacción - Mauricio Riaño Martínez / Producción
Además de su habitación, los pequeños requieren de un espacio en donde puedan dar vía libre a su creatividad y divertirse. Hoy te compartimos algunos consejos:
- Identifica la temática de la decoración con ayuda de tus niños. Puedes elegir un color suave de base como el blanco o tonos pasteles y darle vida al lugar con mobiliario y objetos decorativos con los colores favoritos de los pequeños.
- Elige muebles funcionales, llamativos y que además no ocupen mucho espacio. Las repisas flotantes y cajas decorativas son una buena opción, porque se ven muy bien y sirven para almacenar lo que desees.
-Puedes dividir el espacio en varias zonas: descanso, juego y estudio. Contar con un sofá o hamaca para que el niño duerma una siesta estaría muy bien. Un pequeño escritorio sería perfecto para hacer sus deberes y no olvides un espacio libre para que deje volar su imaginación, en el puedes ubicar un tapete en foamy para brindarle mayor comodidad y protección.
- Procura que cada cosa que ubiques en este espacio estimule a tus hijos a divertirse, aprender, conocer y explorar. Por eso el uso de colores vivos y elementos con los que se identifiquen es fundamental.
- Evita que los dispositivos electrónicos se vuelvan el centro del salón de juegos, la idea de este lugar es que puedan tener un espacio placentero, en donde la diversión provenga de jugar, leer y desarrollar sus habilidades artísticas.
Diseña un espacio lúdico
Crear un salón de juegos requiere solo de mucha imaginación. Involucra a los niños en la creación del mismo, ya que serán ellos quienes pasen tiempo allí y es importante que se sientan identificados. Contar con un lugar que ellos sientan como propio, en donde estén sus juguetes, libros, instrumentos musicales y materiales para realizar alguna actividad artística, será algo que te agradecerán por siempre.
Fuente: Metrocuadrado