Abril 2015 - En varios accesorios se imponen las maderas, la fibra de plátano y de coco. El barro, la guadua, la paja y la caña flecha son otras opciones.
Los accesorios y los muebles elaborados artesanalmente se integraron, con lujo de detalles, a la decoración contemporánea. Sin embargo, hay que saber cómo utilizarlos, sin caer en excesos.
Aunque es difícil tener una estadística de cuántas personas optan su uso, representantes del sector de las artesanías –que se reunirán en Expoartesanos 2015 del 17 al 26 de abril próximo, en Medellín–, aseguran que por lo menos en ocho de cada diez hogares existe una pieza de este tipo.
“El mundo se encuentra en una búsqueda de lo hecho a mano, de aquello que los conecte con sus antepasados, con lo que fueron”, explica el diseñador de artesanías, Guillermo Restrepo.
Por otra parte, Paola Vergara, directora de diseño de la empresa Rodrigo Samper & Cía., asegura que “la idea es crear un mobiliario con accesorios clásicos, artesanales, adaptados a lo contemporáneo para generar acentos especiales en la decoración”.
Aunque existe una variedad de ofertas en el mercado de la decoración, Vergara aconseja tener en cuenta los espacios donde se ubicarán, ya que lo que la clave está en resaltar solo ciertas zonas de los inmuebles.
Una de las recomendaciones es el uso de estos elementos en las áreas comunes como las salas, las terrazas, las escaleras y, en general, en los espacios donde haya gran circulación.
Para todo presupuesto
Contrario a lo que muchos piensan, las artesanías cada vez son más asequibles.
“En el mercado es posible conseguir artículos de este tipo en precios que parten desde los 10 mil pesos. Y, claro, también se encuentra obras de 2 ó 3 millones de pesos”, explica el diseñador José Ríos.
En cuanto a materiales se, impone el uso de maderas talladas para elaborar mesas y esculturas; fibra de plátano y de palma de coco, con la cual se hacen canastos tejidos; barro para las vajillas y guadua para fabricar lámparas y sillas, entre otros.
Ríos asegura que la decoración actual lleva plasmado el color y la alegría de las regiones; por eso se imponen los tonos fuertes como el naranja, el azul y la escala de ocres.
Por su parte, el artesano Miguel Cárdenas, quien trabaja con personas expertas de la zona caribe y de Santander, asegura que para quienes buscan conectar lo contemporáneo con lo autóctono son ideales las piezas elaboradas con láminas fló, en las cuales se encapsula el material artesanal.
Estas son translúcidas e incorporan en su interior diversidad de materiales suspendidos (como la caña flecha). Algo innovador en el mercado.
Para el artesano, el trabajo que se realiza en difrentes regiones del país contribuye a generar espacios que reflejan la personalidad y el carácter de quienes habitan los espacios.
Sección Vivienda EL TIEMPO / María Trinidad León