
Firmas como Microsoft, Booking.com y JWT también han hecho carrera en el mundo con los diseños de sus espacios corporativos. Es su identidad. Sin embargo, mantener esos estándares en Colombia ha demandado acciones especiales.
Según Juliana Fernández, socia fundadora de Arquitectura e Interiores (AEI), firma que ha hecho varias de estas intervenciones, “las compañías están trabajando en reforzar elementos de los países en donde aterrizan, porque quieren que sus empleados se identifiquen con los espacios y su lugar de labores constantemente”.
Asegura que han tenido que hacerlo porque los diseños corporativos en Europa o Estados Unidos no coinciden con las tradiciones y estilos de vida de los colombianos.
“Por ejemplo, las cafeterías y los lugares de encuentro que en algunos países tienden a desaparecer, o las grandes oficinas privadas de cargos directivos, en nuestro país siguen estando muy arraigadas”, explica la directiva.
Y no es únicamente en Colombia. Muchas multinacionales que han llegado a Latinoamérica han decidido transformar sus espacios de trabajo y personalizarlos, según la cultura y el entorno de sus sedes alrededor del mundo, con el objetivo de que los colaboradores se sientan más identificados con la compañía.
En el caso de Booking.com, Microsoft y JWT se optó por usar diversos materiales e imágenes colombianas, con el fin de lograr una conexión cultural con los empleados y visitantes.
Para Fernández, el reto de AEI ha sido decantar en los ambientes corporativos de las multinacionales los paisajes colombianos, la diversidad de texturas y colores en conceptos de diseño innovadores.
Parte de la clave ha estado en experimentar e incorporar materiales para reflejar el diseño local.
De esta forma, no solo se apoya a los empresarios del país, sino que se crean proyectos amigables con el medioambiente. La guadua, la madera y el cemento producido en el país son recurrentes en muchos de los proyectos.
Las oficinas de Argos, Cemex y Alpina son otras que vale la pena resaltar. Allí, el uso de materiales ecológicos, libres de compuestos orgánicos volátiles (VOC) y de origen nacional, han permitido puntajes máximos al momento de obtener la certificación estadounidense de liderazgo en energía y diseño ambiental (Leed).
A tono con el mundo
De hecho, la exigencia de estándares internacionales para este tipo de construcciones ha obligado a los fabricantes locales a reacomodarse para atender una demanda que va más allá de la interna. Al respecto, recientemente ProColombia destacó cómo en materia de insumos todo tipo de proyectos, entre ellos los corporativos, han tenido que estar a la par de los avances en el mundo.
En ese sentido, la organización destaca el aumento en el uso de materiales capaces de absorber los gases de efecto invernadero, o alternativas como el revestimiento de suelos y fachadas exteriores con dióxido de titanio, que elimina el óxido de nitrógeno y otros compuestos volátiles semejantes, mediante un proceso de oxidación provocado por la luz del sol.
Solo este ejemplo da cuenta de qué demandan las grandes obras. Así, en aras de estar a tono con el desarrollo de un mercado cada vez más sofisticado, las firmas locales atienden los requerimientos de las multinacionales, claro, sin dejar de lado el ‘made in Colombia’.