
Texto: ZANDRA QUINTERO OVALLE • Fotografía: CORTESÍA DE DESIGNERS GUILD
Ella parece tener un sexto sentido que le permite absorber el color suave de una hortensia, las formas de un viejo bordado y hasta las sutilezas de los juegos de luz que el sol hace sobre una botella de cristal. Luego los devuelve plasmados en matices y tonos que llevan el color a otra dimensión y que mezcla entre figuras de los más diversos motivos y formas, dando por resultado los diseños vibrantes y felices que son el sello de su autoría y de su marca, Designers Guild.
Tricia Guild es una de las más importantes diseñadoras textiles de nuestro tiempo y desde Londres ha sabido tejer un imperio en el cual brilla ese talento creativo y comercial que no sigue tendencias y que se expresa en la forma de maravillosas telas –linos, algodones, chenilles, sedas, chintz, terciopelos–, muebles y todo tipo de accesorios como cojines, mantas o vajillas. Diseñadora textil e interiorista, Guild hizo un viaje a India que le despertó los sentidos –empezó importando telas y experimentando con sellos de madera hindúes que estampó y coloreó– y que le llevó a abrir su tienda en 1972. Desde entonces y temporada tras temporada, las nuevas colecciones de Tricia Guild son esperadas con avidez en el mundo del diseño.
Su calidad inigualable, sus colores explosivos –que protagonizan naranjas vibrantes, azules alegres, verdes cítricos o violetas intensos– y diseños que se inspiran lo mismo en la historia de los patrones que en las flores de su jardín, la han llevado a escribir dieciséis libros, emprender proyectos de diseño interior, colaborar con diseñadores como Christian Lacroix o redecorar salas para el palacio de Buckingham.
HABITAR tuvo el gusto de entrevistar a esta maestra indiscutible del color para conocer sobre su trabajo y dejarnos envolver por la magia de sus textiles, que en Colombia distribuye en exclusiva DW Textiles.
Para muchos, usted es algo así como la “santa patrona” del color y los estampados. Su último libro se titula Colour Deconstructed (El color deconstruido) y queda claro que nadie percibe, entiende y ama el color como usted.
¿Cómo le habla el color?
Para mí, el color es esencial y enriquece su propio vocabulario con matices de una misma paleta, tonos de neutros, contrastes, acentos y texturas que aportan personalidad y vitalidad. El color es también emotivo y puede despertar todo tipo de reacciones y emociones. Simplemente no puedo imaginarme la vida sin él.
¿Le gusta escribir?
Me gusta mucho hacer mis libros, pues el proceso me permite explorar con mayor profundidad mis reacciones espontáneas y mi proceso creativo, del cual me preguntan mucho. Con este último libro pude sumergirme en la paleta de color que más me atrae últimamente –que es la que estoy usando en este momento– y traté de desenredar lo que motiva mis reacciones hacia los colores.
¿Por qué cree que la mayoría de la gente le teme al color y al uso de estampados?
¡No lo sé! Pero me parece tristísimo que alguien prefiera una paleta sosa o aburrida por miedo: se está negando la alegría que el color y los estampados llevan a los ambientes. Diariamente y casi sin pensarlo tomamos decisiones basadas en el color: sea un cepillo de dientes, un bowl, la ropa que usaremos... De hecho, todos sabemos que hay colores que nos hacen sentir alegres, tristes, energéticos, relajados… Tenemos que fijarnos en ellos y descubrir las emociones que nos despiertan.
¿Alguna sugerencia para vencer ese temor?
Introducir el color poco a poco: con uno o dos cojines, una manta o un tapete. Pueden cambiarse fácilmente y aportan un toque de drama e interés. Soy conocida por el uso de tonos fuertes y contundentes; pero lo que los hace funcionar es la forma en que logro balancearlos usando neutros como blanco, negro, gris o beige. Ello trae equilibrio, controla su fuerza y crea armonía, evitando que los colores fuertes resulten arrolladores.
Sabemos que India la ha impactado a un nivel muy profundo y que, en cierto sentido, es la semilla de Designers Guild.
¿Nos puede contar sobre esto?
La cultura, la gente, los lugares, los sonidos y los aromas son tan cautivadores: desde los intrincados patrones y colores como de joyas de las miniaturas en Jaipur, los pétalos de rosas y marigold que como ofrendas espirituales flotan sobre las aguas, las decoraciones pintadas a mano en los camiones y rickshaws, los reflejos en la seda de los saris… ¡Es un país que ofrece mucho para inspirarse!
Después de 35 años, ¿cómo hace para que su marca innove temporada tras temporada?
En verdad no lo sé. Solo hacemos lo que hacemos y mi pasión por el diseño prevalece hoy como siempre. Finalmente, el mundo ofrece tanto para inspirarse que de ahí surge la chispa que guía nuestras colecciones.
¿Qué busca en una textura y cómo sabe si es la adecuada para un diseño en particular?
Existe una verdadera alquimia en el proceso de diseño, y tal y como tenemos en cuenta cada hilo de color y cada patrón, así de importante es también la textura. La belleza intrínseca de la seda, el brillo y la suavidad del terciopelo, el tacto fresco del algodón o la suavidad del lino son cualidades que cada textil aporta y que determina el resultado de cada diseño.
Hablando de diseño interior, ¿cómo se relaciona con los espacios arquitectónicos?
Comienzo observando los planos amplios de los espacios, las vistas desde las ventanas, los puntos de vista de los clientes y los míos antes de considerar elementos físicos como las formas y el tamaño del espacio. Luego vienen las preguntas: ¿es un espacio lujoso o modesto?, ¿es tradicional o contemporáneo?, ¿qué expresa la arquitectura?, ¿qué uso tendrá? El desafío radica en cómo aproximarse a cada uno de estos aspectos con el fin de crear un espacio lleno de carácter y espíritu, en el cual los dueños puedan sentir que su personalidad e historia están reflejadas y que se encuentran verdaderamente en casa.
¿Cómo es su casa y cuál es su espacio favorito en ella?
Vivo en el occidente de Londres, en una casa victoriana. En el primer piso están el jardín, el salón, la cocina y el comedor. Los ventanales y puertas corredizas dejan pasar la luz que se esparce por el piso claro de piedra y se extiende a la terraza, difuminando las fronteras entre el exterior y el interior. Las paredes del hall y el salón son de un verde vibrante, un color tan inherente a la naturaleza que sus matices casi respiran vida. Para mí es el color perfecto para los espacios en los que recibimos a las visitas. En el segundo nivel hay dos estudios, el mío acoge mis piezas de arte y cerámicas favoritas, así como las pinturas de mis nietas y por ello es uno de mis espacios consentidos. Las paredes de nuestra habitación tienen un tono oscuro de azul que yo encuentro increíblemente apacible…
Uso el color, los patrones y texturas a todo la ancho y largo de la casa. En lugar de hacer grandes cambios, prefiero transformar los espacios estacionalmente, colgando linos y sedas en los meses cálidos de verano, y terciopelos y telas de texturas pesadas en invierno. Tengo una ecléctica mezcla de muebles antiguos y contemporáneos tapizados con texturas contrastantes y un mundo de accesorios: cojines, mantas y tapetes, así como piezas de cerámica y cristalería, que colecciono con avidez.
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